Los dos últimos mandiles ganadores |
Hace ya años que se organiza en nuestra casa una actividad gastronómica que, con base micológica o sin ella, servía de aglutinante social. Entraron entonces en juego, mejillonadas, croquetadas, orejadas y torrijadas.
La función consistía en la simple elaboración de un simple y poco complicado plato, común para todos los participantes, que con posterioridad seria degustado por todos los asistentes, partícipes o no. A los postres y entre todos se procedía a una votación democrática con el fin de elegir aquella preparación que merecía la imposición del correspondiente mandil y que, después de todo, equivale a nuestro Òscar culinario.
Este año, que posiblemente sea el último, se dio inicio a la LI Semana Micológica, con la V Escabechada. Fueron varios los participantes y varios y variados los escabeches presentados. Y decimos que posiblemente sea el último, porque casi siempre gana el mismo coleccionista de mandiles.
Se le felicita por supuesto, pero en voz baja.
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