Nacida en un 28 de octubre en la Inglaterra victoriana, Gulielma Lister será la primera mujer en formar parte de esta serie de Micología Histórica. Y no solo por sus aportaciones micológicas*, sino también por las aportaciones realizadas como mujer para dar visibilidad al género en el mundo de la ciencia, totalmente copado por hombres. Y no va esta biografía como apoyo al feminismo (que no hace falta) sino como apoyo al empeño científico de la protagonista.
Fue Gulielma uno de los siete hijos que tuvo la familia integrada por Susanna (artista plástica formada académicamente) y por Arthur, comerciante de vinos, pero grandísimo aficionado a las setas, fundamentalmente a los mixomicetos, donde llegó a ser una autoridad.
Nacida en Leytostone, al este de Londres, fue educada en el ámbito familiar, para pasar el último año de su educación en el Bedford College para niñas. Y fue precisamente allí donde Gulielma entró en contacto con las ciencias naturales y la botánica.
De vuelta al hogar familiar en Sycamore House, se ocupó como ayudante de campo y de laboratorio de su padre, aunque un tanto marginada y marginal. Le ayudó en la recopilación de la “Monografía de Mycetozoa” editada el 1894 y que paso a ser la obra de consulta primordial de los hongos mucilaginosos. Gulielma, que había participado activamente en la recolección, documentación y redacción de especímenes para la publicación de esta monografía, ni tan siquiera llego a contar como colaboradora de la obra. Tras la muerte de su padre en 1908, Gulielma salió de la sombra y pasó a ser la experta mundial en mixomicetos a quien botánicos y micólogos enviaban especímenes recogidos en todas partes del mundo, tal y como hizo el emperador Hiro Hito del Japón. Revisó y amplió la monografía de 1894 con dos ediciones más en 1911 y 1925, en las que incluyó ilustraciones propias realizadas en acuarela, sacando a relucir los genes maternos, además de figurar su nombre en el sitio que merecía: la portada, junto al título. Ella catalogó y estudió colecciones botánicas en los Jardines de Kew, en el Museo de Historia Natural de París y en la Universidad de Estrasburgo.
Y es mas. Durante años trabajaba, extraoficialmente y sin reconocimiento alguno, junto a su padre en las colecciones del Museo Británico, siendo durante muchos años conservadora no asalariada en el Museo de Historia Natural del Real Jardín Botánico de Kew, algo que Gulielma pudo permitirse simplemente por formar parte de una familia acomodada. En esa época, muchas mujeres fueron marginadas al ser tratadas como “trabajadoras no oficiales” del museo durante sus carreras científicas. Y es ese el inicio de la lucha desarrollada por Gulielma Lister frente a un mundo casi exclusivo de los hombres, como veremos a continuación.
Ello la llevó a formar parte de la Mycological Society, creada en 1896, como uno de los 100 socios fundadores. Y fue su Presidente en 1912 y en 1932. Entre 1916 -1919 fue la primera mujer en ser Presidente del Essex Field Club. Y elegida miembro de la prestigiosa Sociedad Linneana de Londres, cuando tras años de discusiones en 1905 dicha sociedad admitió a veinticinco mujeres en su organización, y Gulielma fue una de ellas, llegando a ser Vicepresidente. Y en unos años en los que, en muchas Sociedades británicas, figuraba en su entrada un cartel que pregonaba “No dogs, no women”, en 1945 se consiguió la admisión de las mujeres en la antigua y prestigiosa Royal Society.
Con una vida de éxito personal y profesional, por su manifiesto empeño, el historiador Peter Ayres la calificó como “la caballera científica ideal”
Gulielma Lister falleció, por un derrame cerebral, en su casa natal de Leytonstone el 18 de mayo de 1949. Sus colecciones botánicas y micológicas, se encuentran en el Museo de Historia Natural de Londres, en el Museo Stratford y en Kew Gardens. Ella legó 74 cuadernos de investigación, casi todos sobre mixomicetos, a la Sociedad Británica de Micología, que posteriormente fueron incorporados al Museo de Historia Natural de Londres, donde se documentó la obra que Lister y su padre habían realizado en colecciones históricas, así como en sus propias colecciones.
El nombre dado al grupo de bacterias patógenas llamado Listeria, así como el antiséptico de nombre comercial <Listerina> no tienen nada que ver con Gulielma, sino con su tío Joseph, (Lord Lister) introductor de la asepsia en cirugía en la segunda mitad del siglo XIX.
La abreviatura G. Lister se usa para indicar a Gulielma Lister como autora en diferentes referencias botánicas.
(*) En el año de la fundación de la Asociación Micológica Leonesa San Jorge, los mixomicetos eran hongos.