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viernes, 28 de noviembre de 2025

Josef Velenovský (1858 - 1949)

 

 

Micólogo checo, y del que hace unos años, la Asociación Micológica Leonesa San Jorge, nominó como seta de año a la Russula que lleva su nombre.

Miembro de una familia numerosa de 10 hermanos, se adelantó por un día para San Jorge y vino al mundo un 22 de abril en Čekanice, castellanizado como Achicoria en la Bohemia del Sur y a poco mas de 100 Km de Pilsen, con lo que ello significa, y perteneciente por aquél entonces  al imperio austrohúngaro. 

Graduado en las primeras letras en Pisek, enfocando su vida hacia el sacerdocio, opta finalmente, con buen criterio,  por estudiar ciencias naturales y filosofía en la Universidad Carolina de Praga entre 1878 y 1883, época en las que trabajó como asistente de Paleobotánica en el Museo Nacional con el Profesor  Ladislav Čelakovský , y en donde colaboró también con el Profesor Antonin  Jan Frič, reconocido biólogo y paleontólogo, dedicándose pues  con esmero a la fitopaleontología, estudiando la flora creatácica checa que, en cuatro tomos escritos en latín, vio la luz casi 50 años más tarde. Tras un par de años como Asistente de Botánica, abandonando la Paleontologia y dedicándose al estudio de la flora de los Balcanes y a la de Bulgaria, encontró acomodo como Profesor Extraordinario y posteriormente Catedrático de Botánica de la Universidad Carolina de Praga. 

A principios del siglo XX es nombrado director de Instituto Botánico, así como del Jardín Botánico de la Universidad. Y fue en esa época cuando Velenovský comenzó a interesarse plenamente por la micología, recolectando y conservando en su herbario múltiples especies de setas, lo que dieron lugar a que la Sociedad Botánica Checa publicara su gran obra de 950 páginas en 4 tomos, entre 1920-22 sobre <<Los Hongos de Bohemia (České houby)>> dedicado fundamentalmente a los basidiomicetos.

 



En 1924 y durante unos años fue el editor de Mykologie, la primera revista checa del tema. En 1934, aparece <<Monographia Discomycetum Bohemiae>> escrito también en latín y prefacio en alemán, sobre los Ascomycetos. Y fue a partir de esta obra cuando el bueno de Josef pasa a convertirse en editor de su obra, publicando múltiples y variados libros de temas literario, filosófico y micológico, entre otras <<Novitates Mycologicae>> de 1939 o unos años mas tarde, en 1947 << Novitates mycologicae novissimae. Opera Botanica Čechica>> con la que cerró su ciclo editorial, con más de 250 obras publicadas.

Miembro de la Academia Checa, de la Real Sociedad Checha de Ciencias, de la Sociedad Francesa de Honor y de la Sociedad Botánica de Edimburgo, describió 2.727 especies nuevas de hongos, mayormente sinonimias, aunque 190 de ellas reconocidas como especies en su momento y desconocidas para la ciencia. Gran parte de sus especímenes tipo y otras colecciones se hallan en el herbario del "Museo Narodni de Praga. Velenovský fue el impulsor en 1904, para la creación de los futuros Parque Nacionales y Espacios naturales de Bohemia, de la posterior Checoslovaquia y de la mas posterior República Checa.

En 1937,  previamente a la ocupación alemana en 1938, y ya jubilado, marchó a vivir a Munich, como hicieron muchos germanoparlantes checoslovacos, donde fallece con 91 años un día de mayo y en cuyo cementerio es enterrado.         

Josef Velenosky dio nombre a diferentes especies de plantas y recibió el nombre de otras tantas que llevan su apellido.

La abreviatura “Velen” se emplea en botánica dar nombre a Josef Velenovský en reconocimiento a su autoridad en la descripción y clasificación de plantas y hongos.

martes, 24 de junio de 2025

Prado y Vallo, Casiano de (1797- 1866)

 


Hijo de Melchor de Prado y Mariño, arquitecto, escultor y liberal constitucionalista, nace Casiano de Prado y Vallo, en Santiago de Compostela un 13 de agosto, en el seno de una Nación convulsa.

Aficionado a las ciencias naturales inició estudios superiores en el Real Colegio de Farmacia de San Carlos en la Universidad de Santiago de Compostela. Estudios que se vieron truncados por su condición de liberal en ejercicio, convencido y practicante y que le llevaron a prisión, por orden del señor conde, en este caso el de Maceda (que a la vez era alguacil mayor de la Inquisición), por un periodo de 15 meses. Comenzó entonces un vaivén de idas y venidas, que se prolongó, en un principio, hasta que aconsejado por su padre, puso rumbo semiexiliado a Madrid con el fin de mantener la tradición familiar y estudiar arquitectura.

Pero Casiano no debía de estar por la labor y por influencia de un amigo, a la sazón consejero de Estado, se reencontró con su afición naturalista,     iniciando estudios en la Cátedra de Química Docimástica, en la Dirección General de Minas. La docimástica trata del estudio que determina los metales y su proporción en cualquier mineral.

Concluidos sus estudios en 1829, el bueno de Casiano vuelve al vaivén de idas y vueltas conocidas de sus años mozos. Es alumno pensionado en la Academia de Minas de Almadén, pasando entre otras minas por Rio Tinto y Linares (5 años). Siendo ya Ingeniero de Minas de 3ª clase, fue destinado a la Inspección de Minas de Aragón y Cataluña (5 años) de donde fue depurado por su apoyo a Espartero (1 año). Durante la regencia de éste volvió a su actividad político-profesional en las minas de Almadén (2 años). Y vuelta al tiovivo, tras el levantamiento absolutista, y tras múltiples y variados traslados (2 años) como funcionario que era, optó por hacerse autónomo y pasarse a la privada.

Es entonces cuando Casiano llega a Sabero, con el fin de valorar su formación carbonífera de cara a la explotación comercial (2 años). Y es ahí donde reúne la más completa de las colecciones de la flora carbónica española, hasta la fecha.

Pero, vuelta la burra al trigo, retoma su carrera administrativa como director de las minas de Rio Tinto (2 años) Y es hasta ahí donde llega su carrera como funcionario estatal.

Durante todos esos años, Casiano de Prado había sacado tiempo para hacerse con un cierto prestigio científico, tanto nacional como internacional por sus aportaciones y controversias en diferentes revistas y alguna publicación editorial, como fue la Vindicación de la Geología de 1835.

 


       

          


Es por entonces cuando retoma sus investigaciones tanto sobre la prehistoria y sobre lo que sería en su momento el “hombre fósil”. Se constituye de aquella la multidisciplinar Comisión del Mapa Geológico de España, que consolidó científicamente la arqueología prehistórica nacional, que tanto entusiasmo producía a Casiano de Prado. Así como la Paleontología, Mineralogía, Meteorología, Zoología y Botánica. Investigo la existencia de fósiles humanos en diferentes cavernas. Entre ellas la de Colle en León y la de Muda en Palencia. Estudia los Grapholitos de Astorga. Fue por ello precursor de la Paleontología y la Paleobotánica en nuestro país. Esto le permitió realizar múltiples y variadas publicaciones sobre el tema. Entre ellas “Note géologique sur les terrains de Sabero et de ses environs dans les montagnes de León (Espagne)”, en colaboración con Felipe Eduardo Poullieter de Verneuil, que alcanzó una gran resonancia internacional, lo que influyó para ser miembro de  Societé Géologique de France, de la Sociedad Meteorológica de Francia y otras distinciones como comendador de la Real Orden Militar de Cristo, de Portugal , la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica y comendador de la Orden de Carlos III, que nunca admitió, como buen republicano que era.

Pero como Jano, presentaba una segunda cara y ajena a la Geologia. Era la pasión por la montaña que le convirtió posiblemente en el primer montañero del país. Es durante su estancia en Sabero, cuando Casiano de Prado se topa con las moles calizas de la montaña cantábrica, que se conocían como montes o peñas de Europa y las nomina como Picos de Europa. Desde entonces y en los años siguientes, se pone como objetivo el estudio topográfico y detallado de esta formación montañosa, tratando entre otras cosas, de determinar la altitud de sus cimas mas representativas. Son estos estudios y excursiones, las que dan pie a la publicación de varios artículos sobre el tema como son

“Altura de los picos de Europa situados en el confín de las provincias de León, Oviedo y Santander, sobre el nivel del mar”, en la Gaceta de Madrid.

“Sur l’existance de la fauna primordiale dans la chaine cantabrique, par M. Casiano de Prado suivi de la discription des fossiles, par MM. De Verneuil et Barrande”, en Bulletin de la Societé Géologique de France.

“Valdeón, Caín, la Canal de Trea. Ascensión a los Picos de Europa, en la Cordillera Cantábrica”, en Revista Minera.

Y fue Aymar d'Arlot, Conde de Saint- Saud,  el continuador, 25 años después de la exploración y puesta en valor de la naturaleza y geografía de los Picos de Europa.

 

Quizá la obra mas importante de Casiano sea “Descripción física y geológica de Madrid” en donde asocia la Geología moderna con el Paleolítico de toda la vida. Un año después de su publicación, el Geólogo, Paleontólogo, Espeleólogo y Montañero Casiano de Prado y Vallo fallece en Madrid en 1866.

Poros rojos

 

Peñacorada

 

 

 

 

 

 

 

 

Bueno, bueno. ¡Y de lo mio, que!

Hay diferentes motivos para incluir a Casiano de Prado en este apartado de <Micología histórica>

Siendo Casiano un científico de la prehistoria y teniendo en cuenta sus estudios botánicos, no sería de extrañar que entre los fósiles estudiados por él, aparte de trilobites y amonites, apareciera algún ejemplar micológico, aunque no quedara registrado dada la nula consideración que tenía por entonces la Micología en España. Y aún más teniendo en cuenta que el registro mas antiguo conocido de entre los hongos, conservado en ámbar, data de más de 85 millones de años y en estado fósil llegan a alcanzar los 115 millones

Por otra parte, y no menos importante, la Asociación Micológica Leonesa San Jorge, realizó en este pasado fin de semana una escapada al encuentro de los boletos de poros rojos a la zona de La Llama de la Guzpeña.  Los que son boletos de poros rojos, ni muchos ni variados. Pero si es verdad que se llegó hasta los pies de Peñacorada, desde cuya cima (1832 msnm) Casiano de Prado, pudo hacerse una idea de la magnitud de los Picos de Europa y triangular muchas de sus cimas. Con eso, nos es más que suficiente.

martes, 1 de abril de 2025

Spegazzini, Carlos Luis (1858 -1926)

 

 

Hijo de un general del ejército piamontés y de una docente de familia de diplomáticos, Carlo Luigi nace cerca de Turín en el 20 de abril.

Estudia enología y viticultura, algo relativamente habitual en un país tradicionalmente vitivinícola, siendo en la Scuola Enológica de Conegliano, en el Véneto y patria del espumante Prosecco, en donde Spegazzini entra en el mundo de los hongos de la mano de Pietro Andrea Saccardo, publicando algunos artículos relativos a los hongos parásitos de las viñas y estudiando al tiempo las setas de la región.

Y es en 1879, cuando Carlo Luigi, desoyendo los consejos bélicos paternos y los pedagógicos maternos, y con un importante bagaje micológico en sus mochila, se embarca rumbo a Sudamérica con la intención de llevar a cabo el estudio de los hongos en un territorio micológicamente virgen. Pincha en hueso en Brasil, en donde una epidemia de fiebre amarilla impide cualquier posibilidad de estudio. Continua entonces rumbo a Argentina donde desembarca como Carlo Luigi para pasar a ser Carlos Luis.

Un año después, tras múltiples conferencias impartidas en los círculos científicos locales, y habiendo entablado amistad con Domingo Faustino Sarmiento, expresidente de la república y literato introductor de la corriente romántica en la Argentina, Spegazzini se incorpora a la Facultad de Ciencias de la Universidad de Buenos Aires, en donde ya asentado, desarrolla su enorme potencial como investigador y estudioso de todas las ciencias, incluida la micología.

Su espíritu aventurero le hace participar un año después en una expedición geográfico- científica a la Patagonia, como naturalista agregado, pero con la desgracia del naufragio en el Estrecho de Magallanes de la corbeta en la que estaba enrolado, pudiendo salvar a nado lo que buenamente pudo de su herbario y de sus cuadernos de notas. Aun así, fueron más de 1.100 las especies las vegetales, catalogadas por él en la Tierra de Fuego, siendo casi 500 las micológicas que daría a conocer unos años después en sus obras “Fungi Fuegani” en 1888 y “Fungi Argentini” en 1898. Fue esta la primera expedición científica en las que contribuyó, de las más de 20 que vendrían a continuación por toda Sudamérica.

 



Spegazzini formó parte de la Comisión encargada por el Gobierno argentino para el emplazamiento y diseño de la ciudad de La Plata, como nueva capital de la provincia de Buenos Aires. Y allí fue donde ubicó se residencia definitiva, participando en la fundación de la Universidad Nacional de La Plata, de la que fue docente, así como del Jardín Botánico y del Arboretum.

Su herbarium llego a estar formado por mas de 4.000 especies sudamericanas, muchas de ellas nuevas para la ciencia. Antes de su llegada a la Argentina, la flora micológica del país la formaban menos de 50 especie de hongos conocidas

Ente unas cosas y otras, Carlos Luis había sacado tiempo para casarse con una nativa paraguaya con la que tuvo 11 hijos a los que llamó de forma científica y ordenada, según la serie etilénica de hidrocarburos (Metil, Etil, Propil, Butil…) La ciencia se lo perdona. Los vástagos, no sé.

Fueron muchas las actividades científicas ajenas a la micología en las que intervino activamente Spagazzini. Políglota, dominador de  varios idiomas, incluido el latín y el griego, se interesó también por la química, la paleobotánica, la farmacología y la ornitología, siendo fundador de la Sociedad Ornitológica del Plata en 1916.

Unos meses después del fallecimiento de su hija Etile Carola, colaboradora, secretaria y ayudante, Carlos Luis Spegazzini, fallece un 1 de julio en la ciudad de La Plata.

Carlos Luis Spegazzini es el mas reconocido de los micólogos del cono sur. La Argentina valoró muy mucho su aportación a la ciencia, dando su nombre a una ciudad en la provincia de Buenos Aires, a un glaciar en el Parque nacional de Los Glaciares y poniendo asimismo su nombre a una calle, en el mismísimo Buenos Aires, que curiosamente nace en la calle Venezuela y termina en la calle México.

 

 

Carlo Luigi Spegazzini es el más conocido de los micólogos sudamericanos. La ciencia le homenajea dando su nombre a diferentes especies de plantas y nombres. La más internacional de las asociaciones   micológicas argentinas, lleva asimismo su nombre. La abreviatura «Speg.» se emplea para indicar a Carlos Luis Spegazzini como autoridad en la descripción y clasificación científica de los vegetales.

sábado, 11 de enero de 2025

Dähncke, Rose Marie Kerszebinsky de (1925 - )

 

Son múltiples y diferentes las razones por las que archivosdemicologia.blogspot.com dedica una entrada con la etiqueta de <Micología histórica> a una figura de la micología que sigue en la actualidad entre nosotros, realizando una importante labor científica y docente.

Nace Rose Marie en Lubeca (Lübeck) en 1925. Próxima pues a cumplir su primer centenario (1ª razón) Durante la gestación de la Asociación Micológica Leonesa San Jorge en 1975 (2ª razón) publica el primer libro alemán específico de recetas micológicas. Y además, es residente en las Islas Canarias (3ª razón) desde hace casi 50 años.

Pasó su infancia en las tierras familiares de Brinsdorf (actualmente en Polonia) Pero siendo su padre topógrafo de profesión vivió en Niederfinow, cerca de Brandeburgo, ya en Alemania y posteriormente en Fürstenwalde, cerca de Berlín, donde comenzó con los primeros estudios escolares. Completó sus estudios de secretariado en la mismísima Escuela Comercial de Berlín.

Pero la II Guerra Mundial decide y Rose Marie, después de recibir un cursillo para trabajar como soldadora, retomó sus responsabilidades como secretaría, en este caso en el Alto Mando de la Wehrmacht.

Huyendo de la guerra volvió la familia a su ciudad natal, Lubeca, en donde contrajo matrimonio con Friedrich Karl Heinrich Dähncke, empleado de la farmacéutica Brunnengräber. Y fue en esos años en los que Rose Marie entró en contacto directo con los hongos, de tal manera que, una vez divorciada y domiciliada en Hornberg, y con un más que aceptable bagaje micológico, se hizo cargo de la llamada “Exposición de Hongos de la Selva Negra” (Schwarzwälder Pilzlehrschau) que fundada en 1962 se convirtió en la primera escuela micológica alemana. Allí fue donde Rose Marie Dähncke, enseño y formó, a cargo de la Sociedad Alemana de Micología (DGfP) a varios centenares de asesores micológicos.

En los años 70 publica en revistas especializadas recetas de cocina. Casi todas de elaboración propia, y que en 1975 darían lugar al “Libro de cocina del recolector de setas( Pilzsammlers Kochbuch) Sus libros de fotografías en color (Mushrooms in Color Photos) en colaboración con su hija Sabine, con 700 uno y 1200 especies otro,  fueron superventas, de esos que ya los quisieran los autores actuales. En 1974, la localidad de Hornberg puso a su disposición un bosque en Steinbis con el fin de iniciar a gran escala el cultivo de hongos.

 

 

Y es en 1979, cuando tras una visita a las Islas Canarias, Rose Marie y Sabina, con buen criterio deciden fijar su residencia en La Palma, tal y como hicieron miles de compatriotas. Tierra aquella de La Palma por entonces, casi completamente virgen en el mundo micológico. Y puesto que era mínima la culinaria genuinamente alemana que podía encontrar en la isla, Rose Marie se anima a publicar algún libro con recetas micológicas que con el título de “Mi libro de cocina isleño” no deja de ser una referencia en cuanto a culinaria y a sus propias experiencias.

Teniendo la isla una extensión ventitantas veces más pequeña que la provincia de León, pero poseyendo una muy variada topografía que proporciona muy diferentes hábitats, aunque con el predominio de pinos, Rose Marie Dhäncke identifica y cataloga hasta 1.300 especies  de setas con algo mas de un par de docenas de nuevas especies. Algún Entoloma,  Lyophyllum y Leucoagaricus, reciben por ello su nombre. Publica asimismo, tanto en letra impresa como en CD’s, diferentes estudios relativos tanto a micología, como a cocina, etnografía y naturaleza medioambiental de carácter todo ello, isleño.

El Cabildo Insular de La Palma reconoce públicamente sus méritos, siendo Dähncke miembro de Honor de la Sociedad Micológica de Gran Canaria y Presidente de Honor de la Sociedad Micológica de La Palma.

El término <Dähncke> se emplea para nombrar a Rose Marie Kerszebinsky de Dähncke como autoridad en la descripción y clasificación de diferentes especies micológicas.

Archivosdemicologia se compromete a ampliar esta biografía cuando correspònda con  el segundo centenario de frau Dähncke.