Sabiamos que el Hygrophorus marzuolus hacia su aparición en el mismo mes de enero, sí no antes. Y a ello se fue a los predios habituales de la cuenca del Rio del Olvido.
Tambien sabiamos que la susodicha es un bocado exquisito para los corzos, que hociquean en el suelo en su búsqueda, en cuando la detectan, dejando un hueco característico en el terreno.Generalmente sin resto alguno en él, de la base del pie. Algo que sí podría ocurrir cuando, en otras latitudes, es consumida por las ardillas.
Bueno, pues a lo nuestro. Se encontraron "los huecos característicos en el terreno", pero ni rastro de Marzuelo alguno.
Tampoco es de preocupar, por que, aunque no se puede confirmar fehacientemente el consumo de esta seta por los corzos, si que estamos en condiciones de asegurar cuales son las setas que no consumen, y por lo tanto las que se encuentran en el monte. Y que casualmente, y entre otras más, figuran a continuación.
Otro día podremos confirmar graficamente el consumo del marzuelo por el corzo. Mientras tanto aguantaremos con lo que hay.
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