La seta de San Jorge en León y en el mes de mayo,
se busca andando, en burra o a caballo
Está clara la referencia del refrán a la pérdida de valor económico de las Calocybe gambosa en esta época, lo que hace que no sean rentables para los recolectores profesionales, y que por el tamaño de sus corros, puedan reconocerse desde bien lejos. Pero para esta receta nos viene pero que muy bien
800 ó 1000 g de solomillo (Ternera, vaca, buey o cerdo)
450 g de Calocybe gambosa
Un par de cebolletas
Loncheado de beicon en cantidad suficiente
Una lámina de hojaldre
Huevo, sal y pimienta
Film transparente y papel de hornear (o de aluminio)
En una sartén sellamos por todos lados, con un poco de aceite el solomillo, para que no pueda perder sus jugos. Se retira y se reserva.
En la misma sartén, picamos finamente las cebolletas y añadimos las setas muy, pero que muy desmenuzadas, hasta que estén casi hechas. Sal y pimienta al gusto. Escurrimos , enfriamos y reservamos.
En una superficie plana extendemos el film transparente sobre en el que colocaremos la lámina, cuadrada, de hojaldre. Cubrimos todo ello (excepto los bordes) con las lonchas de beicon añadiendo encima el salteado de las setas una vez frio. Y en medio el solomillo que previamente habíamos sellado.
Con la ayuda del film transparente, enrollamos consistentemente el conjunto de forma apretada. Quedará un buen rollo.
Se retira el film transparente, colocamos el rollo en una bandeja de horno, se adorna con los bordes sobrantes del cuadrado de hojaldre y se pincela todo con huevo batido.
Precalentado el horno a 200º, introducimos nuestro solomillo por unos 30 ó 40 minutos en la parte inferior del horno a 185º. El tiempo puede variar dependiendo del tipo de carne, del peso y del mismo horno. Pero el acompañamiento a este plato, dependerá del cocinero. Exclusivamente.