Órgano de expresión de los Heterodoxos Amigos de la Asociación Micológica Leonesa San Jorge.
lunes, 29 de junio de 2009
Salida poco productiva
Era media tarde y salimos con intención de encontrar algún cantharellus que llevarnos a la boca, pues en ese robledal, hace dos años econtramos verdaderas alfombras de cibarius, y aunque desde luego las necesarias lluvias no han sido propicias ni frecuentes, hace ocho días que pisamos el mismo bosque y además de traer media docena de cesareas “hermosas" (para muestra basta un botón y esta no era la más fotogénica), vimos bastantes ya deterioradas, la humedad del suelo era la adecuada y esperábamos que con el calor que hemos tenido, brotase una buena tanda de esa u otras especies, pero la verdad es que después de dar los primeros pasos nos dimos cuenta que las expectativas se iban a frustrar, pues sea por las hojas secas del invierno pasado omnipresentes este año que cubren el suelo de todos los robledales, o por los imponderables que solo los duendes del bosque saben interpretar, lo cierto es que nos vinimos con la cesta casi vacía, solo salvado el honor por media docena de Boletus aestivalis, algunos de ellos excepcionalmente sanos y duros para lo que suele ocurrir con los ejemplares de esta especie, varias rusulas, parecian auratas secas y trechadas daban muestra de lo que pudo haber sido y no fué, y eso si, como siempre que vas buscando unos buenos ejemplares para hacer de “cocinillas”, encontramos unos grandes, tiernos, sanos y duros …. ejemplares no comestibles de Boletus purpureus o al menos así los he clasificado yo …..adjunto la foto y espero correcciones, el profesor Eiroa nos ha indicado la posiblidad de que se traten de luteocupreus y creo que con acierto.
Esperando que los nubarrones que ayer y hoy cubren nuestro cielo descarguen algo del agua tan necesaria a nuestros bosques, os deseo buenas y divertidas salidas.
F. Rebollo
OTRA VERSIÓN
Acogiéndome al derecho de rectificación que me otorgan las vigentes Leyes de Prensa y de Defensa del Honor Personal, quisiera realizar algunas aclaraciones con respecto a las opiniones expresadas por D. Julián Cerezal unas líneas mas abajo. D. Julián ha publicado la noticia, y ahora yo, tengo que contar la verdad.
1º.- No es cierto que la salida al campo se realizara a las 8 de la mañana, como golpe personal de autoridad. La propuesta de D. Julián era la de salir a las 8:30. Si se adelantó, no fue con de fin de llegar antes, sino de volver más pronto a casa. Seria por tomar el vermú.
2º.- La cambiada de zona, como asevera el Sr. Cerezal, no se realizó a instancias suyas, sino por consenso y tras duras negociaciones en las que por fin, dio su brazo a torcer. Se entiende la cerrazón, porque las espesuras del bosque donde acabamos, no estaban hechas para un paseante dominguero como el Sr. Cerezal.
3º.-Tampoco es cierta la confusión del Boletus luridus con el Boletus caucasicus. En todo caso con el rhodopurpureus. El reborde mas claro del himenio y el azul intensísimo de la carne al corte, despejó las dudas.
4º.- Si que es cierto, que pudiendo haber cargado las tintas, no lo hiciese, pero se hace muy duro ir al campo con un bardo que no para ni amordazado.
5º.-Para cualquier aclaración, véase la encuesta adjunta o entre en contacto con archivosdemicologia@gmail.com
domingo, 28 de junio de 2009
NUEVA SALIDA CAMPESTRE
Boletus caucasicus
Inevitables golosas,
decía que cuando estas moscas querían ponerse fadias, emprendimos el regreso a nuestros lares. Otro día más y si es posible mejor (Téngase en cuenta que no he cargado las tintas y podía haberlo hecho).
Lactarius piperatus
-No. El plumilla no aprende. Nuevamente ha sido engañado, y nuevamente se vio en la necesidad de tomar el mando con energía. Y visto que las razones no sirven; no, no sirven, ha tenido que por galones fijar la hora de salida a la busca del preciado y a la vez escaso hongo. ¡Qué ideas más peregrinas esgrimen los muy taimados!.... ¿Pues no querían convencerme, de que a las 8 de la mañana no estaban las carreteras puestas, de que los hongos estaban en pleno crecimiento, y no se cuantos argumentos más alegaban ?...Como la fuerza de la razón no les convencía, primó la razón ( no de la fuerza) pero sí de autoridad y la partida de la expedición fué puntual a las 8 de la mañana. Llegada a una hora muy prudencial para dar el paseo matutino, y recoger una exigua cantidad de taxones. No les ha dejado crecer la sequía que padecen nuestros campos. Se mueren de asfixia. Esto se desertiza. No pretendo ni quiero ser catastrofista pero la realidad se impone. En la primera "mano", apenas unos Boletus reticulatus, en no muy buenas condiciones y una Amania caesarea, esta sí, muy fresca y lozana. Una oportuna cambiada de zona, donde tuve que imponer nuevamente mi razón de autoridad (otra no vale con ellos) y algo más de frescura en el campo, no mucha, nos permitió ver algunas. Russulas aurata, foetens, heterophilla, algún Boleto reticulatus, y lo que creíamos luridus, pero que resultó ser Boletus caucasicus, otra Amanita caesarea bastante deteriorada, Lactarius piperatus y pare Vd. de contar.! Se me olvidaba!..En la primera mano vimos dos Russulas vesca.
A las 11 de la mañana, cuando el astro rey empezaba a dejarse sentir y quería ser ya un globo de fuego y las moscas, a las que Antonio Machado cantó diciendo de ellas entre otras estas cosas:
Inevitables golosas,
que ni labráis como abejas,
ni brilláis cual mariposas;
pequeñitas, revoltosas,
vosotras, amigas viejas,
me evocáis todas las cosas.
decía que cuando estas moscas querían ponerse fadias, emprendimos el regreso a nuestros lares. Otro día más y si es posible mejor (Téngase en cuenta que no he cargado las tintas y podía haberlo hecho).
Lactarius piperatus
Russula aurata
Julián Cerezal, de la Sociedad Micológica San Jorge, de León.
viernes, 26 de junio de 2009
SALIDA CAMPESTRE (para jubilados)
Yo diría, que más bien tarde. Sí, la salida fue algo tarde, pero conociendo a los Socios de la Micológica, es imposible hacerles madrugar (bueno, lo que ellos llaman madrugar) y la partida con destino a esa maravilla de la Naturaleza (con mayúscula), para mí mal llamados Picos de Europa, ya que por su belleza, debieran llamarse Picos del Mundo, o mejor ¿porqué no? Restos de Cielo. Pues bien, partimos con rumbo a encontrarnos con el nacimiento del río Oza, allá en las cumbres, donde apenas si es un aprendiz de río. ! Qué truchas vio pescar a saltamontes en el arroyuelo, en años no muy lejanos, el viajero que esto narra! Desidia de la Administración de este país.Llegamos al alto de Panderrueda sobre las 10:30 h. ant.meridiam, con lo que es fácil deducir, que la salida de León, fue en torno a las 08 horas, ya que hubo que ir haciendo estaciones, en busca de pan recién horneado (primera parada, Boñar, cerrado a cal y canto), ya que llevábamos para el "piscolabis" pero no así el pan. Segundo amago de parar, Crémenes, no encontramos la panadería, ni siquiera sabemos si existe, y por fin en Riaño, con el consabido " cafelito" ( y alguno con sus correspondientes rosquillas, y no quiero señalar) encontramos el tan deseado pan. Acto seguido, ya con el avituallamiento completo, rumbo a Vegacerneja, para allí tomar otro " cafelito", donde esperaba el grueso de la expedición, y pasar a reservar mesa y mantel ( que no falte) para el regreso del " EXHAUSTO PASEO"( sabrán lo que es andar) y de la recolección que se presumía pródiga de taxones.
Una vez en el auto, se puso dirección a Santa Marina de Valdeón, para explorar un presumible robledal, que se quedó en una mini visita muy rápida a unos hayas de la zona. No se vio vestigio de setas. Ahora, eso sí, el paisaje espectacular, como todo el entorno, pero estimo que para ese viaje, no necesitábamos alforjas. Al final, tuve que coger el mando.Vuelta al auto, para desandar lo andado y otra nueva parada en el alto de Panderrueda, pero ahora sí, sentados en mesa para dar cuenta de la vianda, que a algunos les hacía mucha falta y sigo sin querer señalar, puesto que sentían mareos por mor de tener el estómago vacío. Se dio cuenta del refrigerio, y nos adentramos ¡por fin! en un hayedo toda la expedición, compuesta por 8, sí digo 8 aguerridos seteros. Fue una decepción. Una Collybia dryophila y tres Boletus erytropus. Los hayedos están muertos. No hay vida. Y no es por falta de humedad. Tal vez los fríos¡ Vaya Vd. a saber! Se consensuó en buscar otros hábitats, principalmente de roble.
Como la veteranía es un grado y quien tuvo retuvo, nuestro anterior Presidente propone bajar el Puerto del Pontón, rumbo a Oseja de Sajambre y parar en un robledal próximo a la población. Previamente otro socio proponía casi despeñarnos por otro robledal que discurre parejo a la senda del Arcediano. Se desistió por arriesgado, dado la avanzada edad de los componentes de la expedición y la floja forma física en que la mayoría se encuentra.
Pues bien, cerca de Oseja de Sajambre, dispersos por dos robledales, todavía llegamos a ver unas 40 especies que paso a detallaros para envidia de algunos (no señalo a nadie), ya que no nos detuvieron los guardas del Seprona:
C. cibarius; B. reticulatus o aestivalis; R. aurata, nigricans, vesca, foetens, cyanoxantha, adusta, cremeoavellanea, olivacea, hetherophylla, sororia, ochroleuca; L. chrysorrheus, turpi, piperatus, subdulcis; Leccinum s/p; Higrocybe aurantiaca; Stropharia coronilla; dos Ramarias s/p; Pluteus atricapillus ; Amanita pantherina, rubescens, porphyria; Amanitopsis vaginata; Polyporus varius;Tremella mesentérica; Entoloma s/p; Cortinarius s/p; Collybia fusipes; Xerocomus subtomentosus; Stereum hirsutum; Ganoderma lucidum, más dos citadas al principio, y alguna que se me escapa, las cuarenta que os dije.
Con un abrazo Julián Cerezal, de la Micológica San Jorge de León.
Una vez en el auto, se puso dirección a Santa Marina de Valdeón, para explorar un presumible robledal, que se quedó en una mini visita muy rápida a unos hayas de la zona. No se vio vestigio de setas. Ahora, eso sí, el paisaje espectacular, como todo el entorno, pero estimo que para ese viaje, no necesitábamos alforjas. Al final, tuve que coger el mando.Vuelta al auto, para desandar lo andado y otra nueva parada en el alto de Panderrueda, pero ahora sí, sentados en mesa para dar cuenta de la vianda, que a algunos les hacía mucha falta y sigo sin querer señalar, puesto que sentían mareos por mor de tener el estómago vacío. Se dio cuenta del refrigerio, y nos adentramos ¡por fin! en un hayedo toda la expedición, compuesta por 8, sí digo 8 aguerridos seteros. Fue una decepción. Una Collybia dryophila y tres Boletus erytropus. Los hayedos están muertos. No hay vida. Y no es por falta de humedad. Tal vez los fríos¡ Vaya Vd. a saber! Se consensuó en buscar otros hábitats, principalmente de roble.
Como la veteranía es un grado y quien tuvo retuvo, nuestro anterior Presidente propone bajar el Puerto del Pontón, rumbo a Oseja de Sajambre y parar en un robledal próximo a la población. Previamente otro socio proponía casi despeñarnos por otro robledal que discurre parejo a la senda del Arcediano. Se desistió por arriesgado, dado la avanzada edad de los componentes de la expedición y la floja forma física en que la mayoría se encuentra.
Pues bien, cerca de Oseja de Sajambre, dispersos por dos robledales, todavía llegamos a ver unas 40 especies que paso a detallaros para envidia de algunos (no señalo a nadie), ya que no nos detuvieron los guardas del Seprona:
C. cibarius; B. reticulatus o aestivalis; R. aurata, nigricans, vesca, foetens, cyanoxantha, adusta, cremeoavellanea, olivacea, hetherophylla, sororia, ochroleuca; L. chrysorrheus, turpi, piperatus, subdulcis; Leccinum s/p; Higrocybe aurantiaca; Stropharia coronilla; dos Ramarias s/p; Pluteus atricapillus ; Amanita pantherina, rubescens, porphyria; Amanitopsis vaginata; Polyporus varius;Tremella mesentérica; Entoloma s/p; Cortinarius s/p; Collybia fusipes; Xerocomus subtomentosus; Stereum hirsutum; Ganoderma lucidum, más dos citadas al principio, y alguna que se me escapa, las cuarenta que os dije.
Con un abrazo Julián Cerezal, de la Micológica San Jorge de León.
miércoles, 24 de junio de 2009
UNA SALIDA IMPENSADA
Me llama un socio, que quiere complacer a un familiar, invitándole a unas setas. Me ofrezco para acompañarle, a pesar de que el sol estaba en su pleno cénit (16 horas post- meridium) pero como íbamos entre sol y sombra, y no, no estábamos tomando anís con coñac, era soportable el calor, dado que el arbolado, de vez en cuando, nos amparaba con su ramaje, dándonos su sombra.Yo no iba muy convencido, dado que esta "pertinaz sequía" ha aplanado y agostado antes de tiempo, la fauna y flora de nuestros campos, y por ende los hongos. Pero en fín...Pusimos rumbo a la zona del río Esla, y a la hora antes indicada ya estábamos a la "caza" de algunos táxones.Tengo que decir, que quedé gratamente sorprendido; no llevaba libreta de campo( un fallo por mi parte) para anotar, pero de memoria, estimo que no menos de 20 ó 25 especies diferentes de hongos las que vimos. Bien es verdad, que algunas ya estaban bastante deterioradas. Se vieron boletos, de varias especies. Algunos cibarius( pocos), bastantes rúsulas y unas cuantas amanitas. Sí entre otras la cesárea, media docena, lo que evitó que los calores fueran tan sofocantes, ya que me hizo ilusión. Os acompaño unas fotos de no muy buena calidad, pero que sirva como testimonio y aserto de lo que digo.Cumplimos con el cometido, se pudo quedar bien con el invitado y nosotros pasamos una tarde agradable.
Julián Cerezal, de la Asociación Micológica Leonesa "San Jorge"
Julián Cerezal, de la Asociación Micológica Leonesa "San Jorge"
martes, 23 de junio de 2009
¡ HERMANITOS DE SAN JORGE... EN FASGAR
...levantaos, que ya es hora! Los Cibarius, las Cesáreas y los Boletus, estan haciendo su aparición en estas tierras. No os quedeis ahí parados y salid al campo. Y por supuesto contad la batalla que libreis a archivosdemicologia@gmail.com.¡ Vuestra experiencia es la gasolina que mueve esta Asociación Micológica!
Domingo 7 de junio de 2009.
Las 9:30 de la mañana. Me asomo a la ventana que da al corral de mi casa para intentar averiguar lo que nos deparará el día, en lo que a climatología se refiere.
Hace frio, la niebla espesa y gris predispone el ánimo hacia la nostalgia.
Aún así, me dispongo a salir al monte, fuente inagotable de sorpresas que, entre otras cosas, apaciguan el espíritu. Despues de vacilar un poco sobre la ruta a seguir, decido encaminarme a una zona húmeda y umbría. Camino sin prisa, la brisa fria se deja sentir en la cara. Al poco rato me adentro en una maraña de abedules, avellanos, capudres y fresnos (en la parte mas baja). Recorro uno a uno los “setales” donde, en condiciones propicias, podía ver auténticas colonias de Amanita Muscaria, Verpa Bohemica, Mitrophora Semilibera..... No veo ni un solo ejemplar; ni siquiera encuentro las pequeñas especies coprófilas que, dicho sea de paso, no me entusiasman demasiado y que suelo utilizar como comodín cuando escasean cosas mas atractivas. Parece que hoy no va a ser un día productivo, pero....... no importa, siempre llegan tiempos mejores. Mientras tanto, estoy dispuesta a disfrutar de todas las sensaciones que brinda el monte a cualquier caminante. Hay una auténtica explosión de colores verdes, digo verdes porque todos son diferentes: las hojas de los avellanos, el rusco, la uva de raposa, la genciana, los helechos, ........; hasta una pareja de insectos que se aparean sobre una hoja, ajenos al resto del mundo, tambien son verdes.
Escucho el canto de los pájaros, en especial el del cuclillo, señal inequívoca -según la sabiduría popular- de que en los próximos días mejorará el tiempo...... Encuentro un nido vacío – las crías habrán alcanzado ya cierto grado de madurez y empiezan el proceso inevitable de emancipación- ; y allí, justo al lado, en un tocón de fresno, observo un Trametes Gibbosa bastante envejecido.
Las marcas de los jabalíes que buscan alimento, se hacen patentes a lo largo del trayecto.
Las nubes amenazan con descargar de forma inminente, el aire es cada vez mas frio.
Decido empezar a descender y cuando llego a los pastizales estercolados, puedo ver cómo despunta una Bovista sp. Me detengo un momento para admirar la frágil belleza de dos amapolas amarillas junto al arroyo.
Son las 13:15, la lluvia que da vida empieza a caer. Es hora de volver a casa........
Raquel Alvarez Alvarez
Domingo 7 de junio de 2009.
EN FASGAR
Las 9:30 de la mañana. Me asomo a la ventana que da al corral de mi casa para intentar averiguar lo que nos deparará el día, en lo que a climatología se refiere.
Hace frio, la niebla espesa y gris predispone el ánimo hacia la nostalgia.
Aún así, me dispongo a salir al monte, fuente inagotable de sorpresas que, entre otras cosas, apaciguan el espíritu. Despues de vacilar un poco sobre la ruta a seguir, decido encaminarme a una zona húmeda y umbría. Camino sin prisa, la brisa fria se deja sentir en la cara. Al poco rato me adentro en una maraña de abedules, avellanos, capudres y fresnos (en la parte mas baja). Recorro uno a uno los “setales” donde, en condiciones propicias, podía ver auténticas colonias de Amanita Muscaria, Verpa Bohemica, Mitrophora Semilibera..... No veo ni un solo ejemplar; ni siquiera encuentro las pequeñas especies coprófilas que, dicho sea de paso, no me entusiasman demasiado y que suelo utilizar como comodín cuando escasean cosas mas atractivas. Parece que hoy no va a ser un día productivo, pero....... no importa, siempre llegan tiempos mejores. Mientras tanto, estoy dispuesta a disfrutar de todas las sensaciones que brinda el monte a cualquier caminante. Hay una auténtica explosión de colores verdes, digo verdes porque todos son diferentes: las hojas de los avellanos, el rusco, la uva de raposa, la genciana, los helechos, ........; hasta una pareja de insectos que se aparean sobre una hoja, ajenos al resto del mundo, tambien son verdes.
Escucho el canto de los pájaros, en especial el del cuclillo, señal inequívoca -según la sabiduría popular- de que en los próximos días mejorará el tiempo...... Encuentro un nido vacío – las crías habrán alcanzado ya cierto grado de madurez y empiezan el proceso inevitable de emancipación- ; y allí, justo al lado, en un tocón de fresno, observo un Trametes Gibbosa bastante envejecido.
Las marcas de los jabalíes que buscan alimento, se hacen patentes a lo largo del trayecto.
Las nubes amenazan con descargar de forma inminente, el aire es cada vez mas frio.
Decido empezar a descender y cuando llego a los pastizales estercolados, puedo ver cómo despunta una Bovista sp. Me detengo un momento para admirar la frágil belleza de dos amapolas amarillas junto al arroyo.
Son las 13:15, la lluvia que da vida empieza a caer. Es hora de volver a casa........
Raquel Alvarez Alvarez
Suscribirse a:
Entradas (Atom)