No era la del alba, pero eso sí, una vez hubo escampado, un grupo poco numeroso de archivosdemicologia puso rumbo norte hacia la “Ruta del río Torío” señalizada perfectamente por la Asociación “Cuatro Valles”.
Entoloma lividum y Rhodocybe popinalis
Parte el camino de Garrafe de Torío, pasando por cerca de Fontanos, para acabar descendiendo a Matueca y de ahí a cerrar el recorrido de nuevo al punto de partida. Hacemos una primera parada cerca de León, en pastizal abonado, a la búsqueda del Rhodocybe popinalis, seta que no todos los años aparece y a la que le gusta mucho el terreno encharcado del que disfrutamos estos días. Lepista saeva y paneolus, Marasmius oreades, Pleurotus eringii y un amplio cortejo de clitocibes y agaricus, se hacían frecuentes.
Visto lo visto y con las cestas medio llenas, continuamos hacia la ruta prevista, pero acortando el recorrido, desde Fontanos por el valle del Viceo, hasta cerca de Matueca y vuelta a Fontanos. El terreno, que en un principio es de roble melojo adehesado, pronto corre junto al riachuelo del Viceo, que normalmente baja sin agua, bordeando el pinar de repoblación del Rabizo, que llega hasta estos pagos. A medio camino se asciende por un cortafuegos para volver a Fontanos.
Las especies encontradas fueron múltiples y variadas, pero eso si, ningún boleto y ningún níscalo. Abundaban las Macrolepiotas, procera, konradii, gracilenta, etc. algunas russulas, diferentes suillus y xerocomus y micenas variadas que había por un tubo.
Resumiendo: Que no nos llovió.
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