Estando en temporada baja en cuanto a la micología, llegan las serpientes de verano, y a eso nos dedicamos con ahínco.
Dos entradas nos proporciona la RAE de la palabra <laboratorio>
1.- m. Lugar dotado de los medios necesarios para realizar investigaciones, experimentos y trabajos de carácter científico o técnico.
2.- m. Realidad en la cual se experimenta o se elabora algo.
La primera se refiere evidentemente a nuestra casa. Está claro. Se investiga, se experimenta y se trabaja. La segunda presenta diferentes opciones. Pero la realidad para este contribuyente de archivosdemicologia, es que se trata ni más ni menos que...¡de un campo de golf !
Para el desarrollo de la mayoría de las especies micológicas se requiere fundamentalmente de la temperatura adecuada y de la cantidad de agua correspondiente.
La temperatura en León es la que es. No podemos influir en nada. Pero el agua en un campo de golf, será siempre la necesaria. En condiciones normales, vienen a ser unos 4 litros diarios por metro cuadrado. Casi la mitad la proporciona el agua de lluvia.
Eso da lugar a que se den las condiciones pertinentes para experimentar o elaborar algo.

Y viene todo este cuento a que cuando habitualmente han sido tan solo 2 o 3 semanas en esta época en las que no se veía fructificación alguna, llevamos casi 2 meses en este laboratorio totalmente bolos. No es la ausencia de agua, no. Está controlada. ¿La temperatura excesiva? ¿El cambio climático? ¿El agujero de ozono?
No encontrando respuesta este contribuyente, queda planteada la pregunta.