sábado, 4 de diciembre de 2010

MICOMICRORRELATOS 5ª Entrega

Es fácil que finalmente podamos editar sobre papel los micorrelatos recibidos y si no todos, al menos una buena parte de ellos. Los que el jurado considere que más lo merecen. ¿Que cuando hablaremos del jurado? ¡¡¡¡¡Uhhhhh…!!!!

Últimamente estamos un poco abandonados y demasiado vagos. Yo no me creo ni que esteís cogiendo tantas setas que no tengais tiempo de escribir,ni que vuestra imaginación como aficionado a la micología sea tan débil, ni que vuestros deberes conyugales os dejen sin tiempo.

Todavía hay bastantes micorrelatos para colgar, pero se está acabando el plazo para la recepción de originales.


10 del 10 del 10



Título: PULPOS FORASTEROS

-¡¡¡Socorro, un pulpo!!!- croó la roja ranita al toparse con aquellos tentáculos de fuego malolientes. Al fijarse mejor, vio que tenía la cabeza blanca incrustada en la tierra. –Quizá haya caído del cielo- pensó mirando hacia arriba donde solo vio robles y eucaliptos, aquellos esbeltos árboles que le robaban la humedad.

"-Sale de la tierra- le zumbó un moscón- ¡y está muy ric……

¡Fusss……slurp………glup!"

Autor: GINEBRA AZUL





Titulo: CAMALEONES


Celebraba su cumpleaños en otoño y había invitado a sus más íntimos a un ágape memorable.



Mesa plena de sobradas viandas y supremo rioja, para aliviar el desgaste de los gaznates por el deambular de las moléculas de cecina, ibéricos, quesos y fritos hacia los dispuestos estómagos.



Ingirieron de todo, sólido y líquido. Se pusieron literalmente morados.



El anfitrión, en el álgido momento de los chupitos, intentando mantener la posición vertical, orgulloso les espetó: “¡Sorpresa! las croquetas estaban hechas con unas setas que me trajo un amigo, pues yo no entiendo de eso.



¡Malditos atramentarius!



Autor: BETULA ALBA





Titulo: EL SOBERBIO

El añoso roble había aguantado mil batallas. Tormentas, vendavales, ciclones, galernas, incendios y muchos rayos después, no habían conseguido que inclinase la cerviz, y se mantenía altivo como dominador del paisaje y señor absoluto del bosque. En el peor de los casos alguna que otra rama desgajada, mostraban las cicatrices de la lucha por la supervivencia, pero nada importante. Por eso no iba a preocuparse ahora en absoluto por esa miserable Armillaria mellea que extendía su micelio bajo la corteza de una de sus raíces.

El añoso roble se preparó para pasar, sin saberlo, su último invierno.

Autor: MUCHO BUENO

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