Hijo de un general del ejército piamontés y de una
docente de familia de diplomáticos, Carlo Luigi nace cerca de Turín en el 20 de
abril.
Estudia enología y viticultura, algo relativamente habitual
en un país tradicionalmente vitivinícola, siendo en la Scuola Enológica de Conegliano,
en el Véneto y patria del espumante Prosecco, en donde Spegazzini entra
en el mundo de los hongos de la mano de Pietro Andrea Saccardo, publicando
algunos artículos relativos a los hongos parásitos de las viñas y estudiando al
tiempo las setas de la región.
Y es en 1879, cuando Carlo Luigi, desoyendo los
consejos bélicos paternos y los pedagógicos maternos, y con un importante
bagaje micológico en sus mochila, se embarca rumbo a Sudamérica con la intención
de llevar a cabo el estudio de los hongos en un territorio micológicamente
virgen. Pincha en hueso en Brasil, en donde una epidemia de fiebre amarilla
impide cualquier posibilidad de estudio. Continua entonces rumbo a Argentina
donde desembarca como Carlo Luigi para pasar a ser Carlos Luis.
Un año después, tras múltiples conferencias impartidas
en los círculos científicos locales, y habiendo entablado amistad con Domingo
Faustino Sarmiento, expresidente de la república y literato introductor de la
corriente romántica en la Argentina, Spegazzini se incorpora a la Facultad de
Ciencias de la Universidad de Buenos Aires, en donde ya asentado, desarrolla su
enorme potencial como investigador y estudioso de todas las ciencias, incluida
la micología.
Su espíritu aventurero le hace participar un año
después en una expedición geográfico- científica a la Patagonia, como
naturalista agregado, pero con la desgracia del naufragio en el Estrecho de
Magallanes de la corbeta en la que estaba enrolado, pudiendo salvar a nado lo
que buenamente pudo de su herbario y de sus cuadernos de notas. Aun así, fueron
más de 1.100 las especies las vegetales, catalogadas por él en la Tierra de
Fuego, siendo casi 500 las micológicas que daría a conocer unos años después en
sus obras “Fungi Fuegani” en 1888 y “Fungi Argentini” en 1898.
Fue esta la primera expedición científica en las que contribuyó, de las más de
20 que vendrían a continuación por toda Sudamérica.

Spegazzini formó parte de la Comisión encargada por el Gobierno argentino para el emplazamiento y diseño de la ciudad de La Plata, como nueva capital de la provincia de Buenos Aires. Y allí fue donde ubicó se residencia definitiva, participando en la fundación de la Universidad Nacional de La Plata, de la que fue docente, así como del Jardín Botánico y del Arboretum.
Su herbarium llego a estar formado por mas de 4.000 especies sudamericanas, muchas de ellas nuevas para la ciencia. Antes de su llegada a la Argentina, la flora micológica del país la formaban menos de 50 especie de hongos conocidas
Ente unas cosas y otras, Carlos Luis había sacado
tiempo para casarse con una nativa paraguaya con la que tuvo 11 hijos a los que
llamó de forma científica y ordenada, según la serie etilénica de hidrocarburos
(Metil, Etil, Propil, Butil…) La ciencia se lo perdona. Los vástagos, no sé.
Fueron muchas las actividades científicas ajenas a la
micología en las que intervino activamente Spagazzini. Políglota, dominador de varios idiomas, incluido el latín y el griego,
se interesó también por la química, la paleobotánica, la farmacología y la
ornitología, siendo fundador de la Sociedad Ornitológica del Plata en 1916.
Unos meses después del fallecimiento de su hija Etile
Carola, colaboradora, secretaria y ayudante, Carlos Luis Spegazzini, fallece un
1 de julio en la ciudad de La Plata.
Carlos Luis Spegazzini es el mas reconocido de los
micólogos del cono sur. La Argentina valoró muy mucho su aportación a la
ciencia, dando su nombre a una ciudad en la provincia de Buenos Aires, a un
glaciar en el Parque nacional de Los Glaciares y poniendo asimismo su nombre a
una calle, en el mismísimo Buenos Aires, que curiosamente nace en la calle
Venezuela y termina en la calle México.
Carlo Luigi Spegazzini es el más conocido de los
micólogos sudamericanos. La ciencia le homenajea dando su nombre a diferentes
especies de plantas y nombres. La más internacional de las asociaciones micológicas
argentinas, lleva asimismo su nombre. La abreviatura «Speg.» se emplea para indicar a
Carlos Luis Spegazzini como autoridad en la descripción y clasificación científica de los vegetales.