En un radio de 20 kilómetros alrrededor del cuartel general de esta casa, se encuentran algunos bosques de muy diferentes especies, lo que nos permite dar un buen vistazo micológico, sin el inconveniente de los largos desplazamientos.
Archivosdemicologia recorrió esta mañana algunos de estos hábitats cercanos, aprovechando las primeras lluvias, con el fin de ir evaluando el estado del terreno, dada la proximidad de la campaña otoñal.
Los pinares de media montaña con Pino silvestre (pino de acículas cortas, piñas pequeñas y tronco con su parte superior de tintes asalmonados) ya tienen trabajando sus micelios, inicialmente en los tocones y árboles caidos con Pleurotus e Hypholomas, aunque ya dejan verse alguna de esas rúsulas rojas y picantes tan frecuentes en otoño.
El bosque de rebollo (Quercus pyrenaica, caracterizado por su marcescencia con hojas lobuladas de tallo largo y bellotas de tallo corto) y en los lugares mas protegidos las rúsulas de grupo foetens, las Collybias y los Phallus entre otros pueden empezar a verse. Pero prometen.
En los hayedos, un poco pronto todavia en estas latitudes ( o un poco tarde, según se mire), Cortinarius y Oudemansiellas y poco más todavía.
En los quejigaress de llanura ( Quercus faginea,coccifera y y boteroi, de hojas coriáceas y dentadas en sus ramas inferiores) esta vez no se paró y en los de montaña, pues con una mano delante y la otra detrás
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