VII Encuentro de la FAMCAL en Pradoluengo (Burgos)

El 23 de Mayo, convocados por la Federación de Asociaciones Micológicas de Castilla y de León, y organizado por la Asociación Micológica TRIGAZA de Pradoluengo, se celebró en ésta localidad burgalesa el VII Encuentro de la FAMCAL, reunión de confraternidad que agrupa a muchas de la Sociedades Micológicas regionales.

No sería la del alba, pero si cerca de las 10 de la mañana, cuando un selecto y variopinto grupo de socios de la micológica "San Jorge", junto a un no menos selecto, pero también variopinto grupo de socios de "Setas de Babia", hicieron su entrada en la Plaza de Pradoluengo, lugar de la cita. Poco a poco, fuero llegando representantes y simpatizantes del resto de sociedades que conforman la FAMCAL, junto a una imponente Banda de Música, que, ¡oh desilusión! no era a nosotros a quién esperaban.

A la voz de mando de la organización, se acudio en tropel al local municipal pertinente, donde junto a las palabras de bienvenida de las Autoridades Municipales, estaba preparado el tentempié mañanero, surtido y variado, que nos permitió recuperar fuerzas después del madrugón. Por supuesto que la "San Jorge" dió buena cuenta de las viandas de su mesa, recibiendo con ello los parabienes de la Organización.

Se formaron a continuación dos grupos principales: los de corto recorrido o domingueros y los de largo recorrido o andarines, y que se dedicaron a recorrer los diferentes hábitats micológicos que conformaban la zona. Todo ello con mejor o peor fortuna.

Un tercer grupo de asistentes, dedicó la mañana a la visita cultural-turístico-gastronómica de la zona y provincias limitrofes. Santo Domingo de la Calzada y el Monasterio de Yuso,en San Millán de la Cogolla, no dejaron rincón. piedra o "teja", que no fuera husmeado por las tropas leonesas . Setas, eso si, ninguna. Bueno, ni falta que hacía.

El caso es que, coincidencia o no, a los casi 135 asistentes, les dió por acudir al lugar del condumio a la hora determinada. El campo de batalla fué el Pabellón Deportivo del Municipio y la munición....¿una paella?

¿Donde está Willy?

Ya de recogida, a media tarde y de vuelta a casa, aún quedaron fuerzas suficientes para recorrer una hermosa pradera almenada de robles y pinos, con un aspecto inmejorable. Fuentes y flores presagiaban un excelente epílogo para tan completo día. Pero la madre naturaleza no estaba por la labor y unicamente unas Calvatias (¿que tal las croquetas Belén?) y unos Paneolus, que hicieron más corta la vuelta, nos alegraron el paseo.

Ya de camino al coche, nos dimos cuenta de nuestro error. ¡Habiamos incumplido con la regla de oro del buen aficionado!Dejamos amorosamente los Paneolus y los pedos de lobo para los nativos, y nos marchamos para casa.