No era la del alba, pero si cerca del mediodía cuando un animoso grupo de socios de la Micológica y un no menos animoso grupo de socios de Promonumenta, junto con algún asimilado, iniciaban en Castrocontrigo, tras una taza de chocolate, el plan de ataque hacia el Lago Truchillas. 
Se trata de un lago de origen glaciar a 1.754 metros de altitud, a los pies del pico Vizcodillo y de la Peña Negra, al que se llega siguiendo el curso del rio del Lago. La zona esta declarada como Monumento Natural(Mn), Lugar de Interés Comunitario (LIC) y Zona Especial de Protección de Aves.(ZEPA) 
La ruta parte del área recreativa, que un par de kilómetros pasado el pueblo de
Truchillas, encontramos a la izquierda de la carretera que lleva al puerto del Peñón. El camino es cómodo y transitable, incluso en coche, hasta que se cruza, por un puente peatonal, el arroyo Piniello, donde se transforma en una senda empinada, que entre brezos y retamas, sube por las morrenas frontal y lateral de evacuación del lago. Hasta el inicio de esta parte más dura del trayecto, el rio del Lago, va acompañado de una frondosa vegetación de abedules, fresnos, serbales y roble, propio hábitat para determinadas especies micológicas. Y algo, si que había.
Salvados los más de 500 metros de desnivel, y después de 3 horas de duro ascenso, damos vista al lago, en donde abundaban los arándanos. Se dio cuenta de la munición de boca, como diría aquel, a la vera de la fuente de la Fermosina, principal nutriente líquido del lago de Truchillas. La vuelta por el mismo camino, después de un reparador descanso
Se trata de un lago de origen glaciar a 1.754 metros de altitud, a los pies del pico Vizcodillo y de la Peña Negra, al que se llega siguiendo el curso del rio del Lago. La zona esta declarada como Monumento Natural(Mn), Lugar de Interés Comunitario (LIC) y Zona Especial de Protección de Aves.(ZEPA) 
La ruta parte del área recreativa, que un par de kilómetros pasado el pueblo de
Truchillas, encontramos a la izquierda de la carretera que lleva al puerto del Peñón. El camino es cómodo y transitable, incluso en coche, hasta que se cruza, por un puente peatonal, el arroyo Piniello, donde se transforma en una senda empinada, que entre brezos y retamas, sube por las morrenas frontal y lateral de evacuación del lago. Hasta el inicio de esta parte más dura del trayecto, el rio del Lago, va acompañado de una frondosa vegetación de abedules, fresnos, serbales y roble, propio hábitat para determinadas especies micológicas. Y algo, si que había.
Salvados los más de 500 metros de desnivel, y después de 3 horas de duro ascenso, damos vista al lago, en donde abundaban los arándanos. Se dio cuenta de la munición de boca, como diría aquel, a la vera de la fuente de la Fermosina, principal nutriente líquido del lago de Truchillas. La vuelta por el mismo camino, después de un reparador descanso
Recordar a todos que este es un espacio abierto para los socios y amigos de la micológica. Las colaboraciones, si la hay, enviadlas a:
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