Las secuoyas, llamados
“árboles rojos” por los conquistadores españoles en las Américas, son coníferas
originarias de la costa oeste de EEUU, de recto tronco y piñas de colores
rojos. Alcanzan los 3.000 años de edad, 115 metros de altura y
casi 30 metros
de circunferencia
Se encuentra este bosque en la carretera que lleva de
Comillas a Cabezón de la Sal
en su margen derecha y cerquita de la autopista del Norte. Son algo mas de 800 las
Secuoya wellingtonia o sempervirens, que
aquí llegan a alcanzar tan solo 40 metros de altura y casi 2 metros de diámetro.
Hay una senda para recorrer este Monumento Natural, frecuentada incluso por bebés en cochecito
acompañando a los papás. Es este un bosque oscuro y muy limpio en lo que es su sotobosque.
El palo colorado |
Sabíamos que las secuoyas son tan longevas en parte por la
secreción de compuestos antifúngicos por el propio árbol que evitan su
pudrición temprana. Esperábamos por ello la ausencia total de setas en sus cercanías. ¡Error, que inmenso
error! como diría R.de la
C. Siendo pleno verano se encontraron diferentes
tipos de rúsulas, amanitas e incluso boletos. Curioso.
En definitiva: un monte que vale la pena conocer. Pero en
ningún caso por sus posibilidades micológicas, dada la verbena que el lugar representa.