...y en la vertiente de Barjas. Esa fue la excursión prevista para estos dias a uno de los rincones más húmedos de la provincia de León.
La Peña do Seo, no destaca por su altitud (1.560 metros) sino por ser el centro de las explotaciones de wolframio, de donde se extraia el tungsteno, que por su alto valor en la industria militar, hizo de esta zona una de las más prósperas de todo El Bierzo, originando una "fiebre minera" comparable a la fiebre del oro americana. Afortunadamente las cicatrices mineras no afectaron gravemente a los bosques de castaños, hayas, robles y abedules que pensabamos recorrer.
La del amanecer sería cuando un grupo de socios, pertrechados de cesta, botas de agua y cacha, pero tambien de pico y lámparas de carburo, por si acaso, puso rumbo a San Fiz do Seo, entrada natural al municipio de Barjas. El rio Barjas nace en la vertiente leonesa del Caurel, tras la unión de varios arroyos en Busmayor. Por su márgen derecha se le une el rio Corporales, que baja de Cruces y Albaredos ( al que otro día visitaremos acompañados de una guía) y tras casi 12 kilometros desemboca en el Valcarce.
Es esta una zoma muy húmeda, de influencias gallegas, en donde abundan los soutos y carballeiras y en sus rincones mas recónditos, de una vegetación lujuriosa.
Los abedules, castaños,robles y pinos, y por este orden ofrecieron multitud de especies, en unos días en los que apenas de encuentra gran cosa en el resto de León.
El abedular cargado de
leccinum, muscarias (una plaga),
lactarius, cortinarius y otras muchas especies. Ello con el inconveniente de sus pronunciadas laderas.
Los sotos de castaños, presentaban algunos
edulis, cortinarius,
tricholomas, laccarias y agaricus.Y castañas, eso sí. Inmensas cantidades de castañas. Ello con el inconveniente de sus pronunciadas laderas.
El robledal, de quejigos, con algún que otro
edulis y mucha
muscaria, tenia el inconveniente de sus pronunciadas laderas.
En el pinar visitado aparecieron algunos
Suillus luteus, pero además de estar totalmente hozado por el jabalí (procedimiento común en muchisimos pinares leoneses, quizá por la dicotomía Sus-Suillus) tenía el inconveniente de sus pronunciadas laderas.
Al hayedo de Busmayor, al que nos acercamos, desistimos de visitar por el inconveniente de sus pronunciadas laderas.
Son estos valles dominados por la Peña do Seo un lugar que deberia ser visitado de manera sistematizada por la Asociación Micológica por su ricas posibilidades taxonómicas. ¡Aún a pesar de sus pronunciadas laderas!