Mañana comienza el verano y la cosa no
va a parar ahí. Son variadas las setas que aparecen entre el final
de la primavera y el principio del estío. Los aficionados patean
todo tipo de hábitats, praderio y bosque, con el fin de encontrar
esa especie esquiva que hace años ni ven ni fotografian. El
cansancio, pues, se acumula. Y nada mejor que un merecido descanso en un “Vest vanc of de güorld” de interior.
Los buenos bancos de interior, no
tienen por qué tener cuatro patas ni estar fijos al suelo. Y aquí
tenemos un ejemplo cerquita de León. El guerrero/micólogo toma un
merecido descanso balanceandose a merced del viento y al arrullo de
los pájaros. El problema surge cuando está acompañado de una
micóloga/guerrera...
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