El viajero regresa al camino correcto y rozando Turquía (apple tee y Morchella anatolica), atraviesa en un plis plas las repúblicas caucásicas (42º15´40´´) y con un 0 en especies para entrar y salir casi como revolucionario de Siria, Irak e Irán. Alcanza el Mar Caspio (42º00´00´´) y vuelta a ponerse el bañador, pero eso si con un morral lleno de huevas de Beluga. Llega a Turkmenistán (41º 49´00´´) Uzbekistán (41º18´00´´) que es en donde se plantea el hacer una escapada cultural a Samarkanda, de lo cual desiste al desviarse 5º al Sur de su ruta, y en enfilando las fronteras del Kirguistán (42º52´00´´) y con un 0,5 en el total micológico del conjunto recorrido, llega a la frontera para atravesar la China (42º35´56´´).
Y es aquí donde nuestro amigo leonés disfruta de la cultura y de la micología oriental. El Decreto de Recolección de Setas Silvestres patrocinado por la Junta de CyL, había llegado para echar raices hasta aquí. Pero las sanciones propuestas por recolección en acotados micológicos suponían, entre otras, la cadena perpetua. El micoviajero leonés, optó entonces por la cocina callejera. Shiitake, Enokitake, Shimeji, Maitake, LingZhi y otras más. Las probó todas. Pero como una cosa es recolectar y otra divertirse, un leonés del mismo León, continua camino hasta alcanzar la costa del mar Amarillo a la altura de Beiijing y rumbo a la Corea del Norte (41º 54´11´´) encantado de la vida. Mucho camino, muchos noodles y mucho bambú. El micoviajero leonés llegó a echar de menos la cecina y el botillo.
Y en atravesando Corea, por el norte, llega sin novedad alguna a la orilla occidental del Mar del Japón, metiendo los pies en el agua.
(Continuará)
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