El arte decorativo “micológico” Capítulo 1º

Sexagésimo sexto día de confinamiento

                          

Contemplando esta imagen, nos damos cuenta de que nos lleva al estado actual de confinamiento: Un restaurante vacío de público pero no de elementos decorativos. Vemos que aquí las setas están colgadas en el techo como se hacía antiguamente con las manzanas. Había pocos frutales y había que conservarlas para ocasiones especiales. Mi abuela, recuerdo, que las colocaba en grupos de unas 20-30 sobre una mesa, formando círculos, ataba un hilo a cada rabo y luego cogía todo el haz de hilos juntos y los anudaba con firmeza y colgaba cada conjunto de una punta en el techo. De ahí se irían cogiendo para comerlas en ciertas ocasiones.

El Arte Modernista y el Art Decó y las setas (I)

La idea original de para este artículo era “El modernismo y las setas”. Este arte era llamado así en España y en Hispanoamérica y tenía una vertiente literaria y otra artística que se desarrolla a finales del S.XIX y principios del XX. 

En lo literario es coetáneo de nuestra fecunda generación del 98 (M. de Unamuno, los Machado, Azorín, J. Benavente, E. Pardo Bazán y un largo etc.). Rubén Darío, llamado “príncipe de las letras castellanas”, con su obra maestra “Azul” (1888) considerada como la primera obra del Modernismo Hispanoamericano es un buen ejemplo de aquellas queridas tierras. En 1972 nuestro León se hermanó con el León de Nicaragua y, si no recuerdo mal, el entonces embajador de aquél país, regaló un memorial del mismo a ciudades con el nombre de León en el mundo (en la propia Nicaragua, Estados Unidos, Filipinas, México, p.ej.). Aquí se colocó detrás de la Diputación el Parque del Cid. 

 Era un monolito con un una figura de bronce del poeta que, por desgracia, sufrió el vandalismo como tantas otras cosas y tuvo que ser restaurado. Como decía el poeta cubano José Martí, “el mundo se divide en dos bandos; los que aman y construyen y los que odian y destruyen”. Tal vez pudiéramos fantasear con el título de su obra “Cantos de vida y esperanza” para aplicarlo a lo que nos ocurre estos días.

Escrito el Día 15 de mayo de 2020, sexagésimo primer día del estado de confinamiento en el que tampoco podemos retozar libremente por el campo como hacía San Isidro que hoy celebra su día dándonos envidia.

Rafael Gallego