De nuevo remontamos el Esla, pero esta vez lejos de su ribera, en el interfluvio con el rio Porma en los robledales de Villanófar. La idea era ver las rúsulas de primavera,tan frecuentes ellas y tan poco reconocidas.
A la hora establecida , un equipazo de socios y simpatizantes de San Jorge a lomo de sus dragones pusimos rumbo al lugar establecido previamente por mentes maquiavélicas.Y se dice lo de maquiavélicas por que la humedad y el agua prometidas hicieron acto de presencia en la salida de la etapa pero no en el destino final. Resignación y polvo.
Se encontraron las rúsulas acordadas en cantidad y variedad, que servirán de práctica a la teórica que nos ofrecera Cuenca en " Los martes micológicos" en la Asociación, en esta semana.
Rúsulas sí, pero no solo rúsulas.De entre las especies que podrían llegar a encontarse según el director del equipo, las Amanitas cesareas, los diferentes Boletus e incluso alguna seta de San Jorge, hicieron su aparición. No así los Cibarius, aunque sí su singular.
Sin embargo la seta que más llamó la atención fue un ejemplar de Capreolus capreolus, que hizo las delicias de los fotografiadores y no siendo por lo tanto recolectado.