viernes, 31 de diciembre de 2010

MICOMICRORRELATOS 9ª Entrega

Que es la última de este año.

Hacer desde aquí una llamada de atención a los participantes para recordarles que este Primer Certamen de Mico Micro Relatos San Jorge esta abierto a todos los aficionados, con la condición de un máximo de 100 palabras, referidos en cualquier caso al mundo de la micología. Modifíquese pues lo modificable y….

…..¿Feliz 2011?


10 del 10 del 10


Título: MICONIA


Planeta solamente habitado por vegetales, muy bajo porcentaje de óxidos de carbono, son muchísimos los comensales, los deficientes captadores de ellos se simbiótizan en osmotrófilos micorrizales mutualistas (hongos y holoparasitas); vampiras savílas polifiléticas locomocionadas por sus móviles micelios cuyas hifas terminales en haustorios se adosan lacerando a su víctima penetrando su corteza. La necesidad instintiva de expansión fomenta el desarrollo de la razón, aunada a ello la tecnología; crean máquinas cuyo combustible sintetizan en su excreta. Prontamente logran la estratosfera donde esparcen en el viento estelar sus esporas esperando colonizar otros planetas. ¿Fin?


Autor: ENANITO VERDE





Título: ¡BRRR!



El pajarito, sorprendido por la tormenta veraniega, había caído al suelo. Intentaba huir torpemente de las templadas gotas, cuando se chocó contra un...¿ tronquito ?

Se mareaban las nubes al ritmo del viento loco, martirizadas por los relámpagos y abucheadas por el trueno, pero el pajarito, acurrucado en la base del milagroso abrigo, púsose a dormir como sólo los niños saben hacerlo...

“-¡ Papa! ¡ un pajarito !

“- Habrá caído del nido… Vámonos, no asustemos a sus padres, lo estarán buscando…Coge la cesta…”

“ – Tiene polvo blanco en la cabeza… “

- “Esporas de Macrolepiotas, hijo”

Autor: CILANTRO





Título: SAN JORGE

Inició el ascenso al prado aquella brillante mañana de Abril, cargado de ilusión y de su bota.

Cuando llegó al lugar, divisó el quemado en herradura y su corazón se aceleró: ya se distinguían prometedoras cabecitas blancas.

Se sentó despacio, ritualmente, sobre la hierba, contemplándolas. Escogió una de tamaño adecuado, la limpió cuidadosamente y la mordió paladeando, con los ojos cerrados, el intenso sabor harinoso. Un traguito de vino y supo que toda la mañana le acompañaría aquella delicia en la boca.

Sin tocar ningún ejemplar más, se despidió del setal hasta el siguiente año dando gracias a San Jorge.



Autor: GINEBRA AZUL

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