jueves, 25 de noviembre de 2010

MICOMICRORRELATOS 4ª Entrega

El plazo para recibir vuestros originales microrrelatos se cierra el  primer día de la próxima primavera. Unos dias después los miembros del  jurado encargado de fallar el concurso, de cuya composición ya hablaremos, recibirá copia de los relatos recibidos, desconociendo por supuesto el nombre del autor, que únicamente será dado a conocer a través de este blog cuando el jurado haya emitido su fallo. Archivos de micologia entrará en contacto el autor para notificarle la decisión final.
Animaros es participar ahora que las setas entran en hibernación y sacar a relucir esas dotes comunicativas de la que haceis gala en privado.




10 del 10 del 10


Titulo: SIN TÍTULO



Se apeó del autobús, no era un buen día, le habían castigado y había perdido a dos amigos. Pero de repente... ¡un golpe de suerte!, un rechoncho boleto cerca de la carretera, un botín para calmar las represalias de su madre. Entonces la vio...la niña más guapa del colegio...y el resto del mundo dejó de importarle...

Tiempo después, cuando aún le dolían los azotes, se arrepentía de no haber desviado su camino hacia la simpática seta, y aprendió que en ocasiones, es mejor elegir un humilde boleto de verdad, que una deslumbrante amanita de carne y hueso...



Autor: DUMB DUMB






Titulo: TAL PARA CUAL


Buscaba “Rozites” pensando en Lucia, arrancó un “Cortinarius”. Lo miró y arrojó lejos. Luego se paró, buscó entre los helechos la seta despreciada, su color pardo rojizo destacó entre la hierba, la limpió y cortó colocándola cuidadosamente en la cesta. Repitió la misma operación con parecidos ejemplares.

Ya en casa colocó la cesta sobre la trébede, su mujer añadía mas azafrán y pimentón al revuelto de amanitas y poniendo un plato sobre la mesa, le informaba de una cita urgente, aprovechó para decirla "mañana comeré fuera".

Ella le sirvió mientras se despedía.

Adiós Mari respondió mecánicamente


Autor: GASTEROMYCETO




Titulo.- AMORES IMPOSIBLES


La noche era estrellada cuando el Astraeus hygrometricus y la Astroidea rubens se encontraron furtivamente a la orilla del acantilado. Se cruzaron sus miradas y el deseo brotó de sus corazones. Pero marcharon en direcciones opuestas. El Astraeus vio como la estrella de mar se hundía bajo el agua y dando un suspiro recogió sus lacinias.


Autor: MUCHO BUENO

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